Estabas con tus amigos, yo sólo me asomé para saludarte... En mi cabeza no estaba la idea de decirte lo que sentía, simplemente pasó como un acto inconciente, el cual solo fue manejado por mi corazón más no por mi cabeza.
Estabas con una polera verde... en tu espalda se recostaba Cristina, tu mejor amiga. Me vio y sonrió. Se acercó a mi y se empinó para darme un beso en la mejilla, me preguntó que tal estaba y si tenía planes para este sábado, ya de momento me estaba invitando a pasarlo en su casa. Realizaría un reunión como fin de los examenes finales y estaba invitando a todos sus conocidos...
Tu, todavía sentado, volteaste la mirada hacia mi y sonreiste, te paraste empujando la mesa haciendo que la botella de agua se derrame sobre tu pantalón ( como siempre TAN TORPE ♥ ) y sacudiendo lo poco de agua que se depositaba en el pliegue de tu pantalón te acercaste a mi y fue ahi donde mi cabeza ya no funcionó y solo habló el corazón...
- ¡Hooooooola!, ¿Hace cuánto tiempo que no nos vemos? - Lo dijo algo sonrojado, después del incidente con el agua, me abrazó con fuerza como siempre lo hacía... Yo simplemente me dejé llevar...
- Te he extrañado mucho, necesito hablar contigo. - Yo misma me sorprendí de lo que había dicho. No pensé que de mis labios saldrían esas palabras. "NECESITO HABLAR CONTIGO." Pero con que cabeza me atrevería a decirle eso... Lo hice, no podía dar marcha atrás.
- Si dime... Espera, traeré sillas. - Y se volteó para buscar donde sentarnos.
- No, no... prefiero que sea en otro lugar (
y hasta en otro momento),
¿puede ser en privado? - Camila, donde fuck! tienes la cabeza. ¿Qué hablas? Esas palabras no son tuyas....
- ¿Privado? , a ok. Dejamé recoger mis cosas y nos vamos. - con esa sonrisa que me cautiva me convenció de algo que yo había propuesto.
Se alejó de mi, guardó sus cuadernos y se despidió de cada uno de sus amigos. Cristina ya nos estaba mirando desde hace rato, solo atinó a pararse antes que Gustavo se despidiese de ella, se me acercó y me preguntó si se lo diría... Yo solo sonreí.
- Cami, ¿vamos ya?
- Si, si. ¡Chicos cuidense! - sólo le di beso a Cristina.
Caminamos fuera de la universidad, le pregunté a donde iríamos y me dijiste que tenías que irse a casa. Te propuse ir caminando hasta el paradero y aceptaste.
- ¿Qué me tenías que decir, Cami?
- No sé como decirtelo, es complicado...
- ¿Qué tan complicado puede ser? Solo dímelo.
- Es que... - se detuvo para comprarse un triple. -
¿Podemos ir a un lugar más cómodo?
- JAJAJAJAJAJA, Camiiiiii! Me sacas de la u porque necesitas conversar conmigo, ahora que estamos solos me dices que vayamos a un lugar más cómodo... ¿A dónde vamos?
... Mi cabeza se nubló, no sabía que decir y mi corazón habló...
- Ya me cansé, no aguanto más. Me da igual si después de esto me hablas o no. - Parece que se asustó. Dejó de abrir la gaseosa. Sesó su caminar. Se puso delante y me miró fijmente mientras yo solo miraba el piso. -
¡Dime que hago! Porque ya no aguanto más. Desde que te conocí todo ha sido distinto, ya no me deprimo, ya no pienso en cosas malas. La verdad que hasta hace poco no sabía lo que sentía y es que ayer me di cuenta de la falta que me haces cuando no estas. Es increíble el poco tiempo que te conosco y lo rápido que has ingresado a mi vida. ME GUSTAS, lo siento. No debí decirte esto. Lo necesitaba. No te preocupes, ya no te buscaré. - en ese momento no sentía más que las lágrimas que bajaban por mis mejillas, me olvidé de su presencia, solo existía un silencio profundo que nos separaba, levanté tímidamente la mirada y solo llegue a ver su expresión confusa, él también miraba al suelo. Sistematicamente, como si hubiesemos coordinado la escena levantó la mirada hacia mis ojos, mientras yo: RENDIDA, solo atiné a bajarla. Dentro de aquel profundo silencio, solo chisto los dientes y movió la cabeza de lado a lado como negando y evitando todo lo que le habia dicho.-
Lo siento.
Escapé de su presencia, huí. Lo evité como tantas veces lo había echo antes cuando creia que no pensaba en él, ya era tarde... Ya se lo había dicho. Sabía que tenía que quedarme callada, mi cabeza es una estúpida. ¿Cómo pudo permitir que dijiera tanta barbaridad?...
Sentí pasos detras de mi, como si alguien viniera corriendo desde hace rato. En mi cabeza solo estaba a frase: " LO PERDÍ". Eso era todo.
- Camiiiii, vengo siguiendote desde hace rato, grito tu nombre cada 10 segundos y tu no volteas. ¿Por qué me dejaste? - íncreible. No pensé que fuera él quien me estuviese hablando. Me quedé parada sin voltear. Él se adelanto y se paró frente a mi. -
Cami, ¿me quieres?
- ¿Porqué me preguntas eso?
- Porque es la única forma de saber si esto que sientes por mi es sincero... - Gustavo eres un imbesil, o es acaso que la imbesil soy yo...
- Te quiero Gustavo. - me quedé mirandolo a los ojos esperando una respuesta, la cual nunca llegó. O tal vez si, pero demasiado tarde. La pensó...
Se acercó a mi, me abrazó, me tenía en su pecho.
¿Qué pasaría ahora?
- Camila, tu también me gustas, si no porque crees que te llamo siempre para hablar, para saber de ti y me quedo horas enteras hablando contigo... Pero temo decirte que no... Entre nosotros no puede pasar nada, te quiero como amiga, solo eso. Ahora no quiero enamorarme de nadie, o no es eso. Quizás no deba, simplemente no pued enamorarme. Hay algo en mi, no lo sé. No puedo enamorarme de ti.
Me alejé de él. Solo sonreí.
No me quedaba de otra... Le di un beso en la mejilla y le dije:
- Chau, tengo que irme. - di la vuelta y milagrosamente llegó un micro que me acercaría al paradero. Tal vez él ya no quería saber más de mi es por eso, quizás, que no me siguió y se quedó parado en la vereda...
Los días pasaron y noticias de Gustavo, ya no existían.
Las cosas cambiaron, decidí no deprimirme más.
Mi corazón estaba una vez más, como siempre, en sala de emergencias, esperando a ser revivido por un electroshock. Como de costubre, me propuse no llorar más. INEVITABLE. Lo hice toda la noche. A pesar que las cosas había cambiado.
Despertar por las mañanas e imaginar que la noche anterior hablé con él eran cosas que ya había perdido con el tiempo.
Pasaron tres meses y creo que el propósito de olvidarlo se estaba llevando a cabo sin retraso alguno. Siendo las ocho de la mañana decidí ir a la universidad y no esperaba nada nuevo hasta que recibo la llamada de alguien que había desaparecido por mucho tiempo.
- Hola Cami, soy Cristina, ¿estás en la u?
- ¿Cristina? Sí, sí, estoy en la u.
- Ya te vi.
Se acercó a mí super alegre, como de costumbre, y dispuesta a arruinarme el día "sin querer queriendo" ...
Hablamos de todo hasta que tuvo que mencionar a Gustavo y fue ahí donde comprendí la razón por la cual nunca sucedería nada entre ambos...
Gustavo estaba en una relación con Cristina desde hace dos meses. Si, dos meses de los cuales ellos actuaban como si no sucediese nada entre los dos, ocultandome situaciones que yo no quería ver. ( o mejor dicho que NUNCA pude ver)
Estuve media hora con Cristina y solo eso bastó para que apareciese el payaso y empezara el circo.
Al vernos juntas, claro a mi me vió a ella no, pues se encontraba de espaldas, me sonrio de oreja a oreja... Se acercó tan feliz y cuando Cristina giró sobre su asiento, esa graaaaan sonrisa se convirtio en un retorcijon de estómago, era claro. No necesitó ninguna mueca, su mirada. Eso bastó para pararme de la mesa, sin despedirme de Cristina, sólo sonreirle y acercarme a él, ya parado desde el intante en que se dio cuenta de la situación, y pasar a su lado para decirle al oído:
GRACIAS.
Desaparecí, o bueno eso es lo que yo crei. Llegué a casa tranquila, y en realidad no supe como llegué pues en el camino solo miraba por la ventana del bus, sin pensar en absolutamente nada.
Minutos, horas, días, semanas, meses, años.
Nunca tanto.
Sólo una semana para olvidarme del mundo.
Apagué mi nextel al dormir.
Te evité en la universidad y cuando salía por tu casa al caminar.
No entraba al Facebook, mucho menos me interesaba por las publicaciones en tu muro.
Te borré del msn, a pesar que entrabas una vez a las quinientas.
Y de tu vida no supe más.
Me rindo.
Me cansé.
Continuará.