Ojalá valga la pena mi ansiedad, mis miedos, mis dolores y humores.
Ojalá valga la pena todo lo que estoy perdiendo por amar así.
Ojalá pueda verme en ti al final del día.
Ojalá pudiera darte el tiempo que me hace falta para querernos más, para desearnos más.
Y ojalá la vida no sea tan corta y austera para no demostrarnos lo mucho que nos amamos, porque nos amámos, ¿verdad?
¿Cuántas veces más tengo que escribir el mismo relato para pensarte, soñarte e idealizarte?
¿Cuántas veces más tengo que ilusionarme?
Habitas en lo más profundo de mi ser, y son mis recuerdos lo que te mantienen aquí, a pesar de la distancia, a pesar de la ausencia, te siento tan vivo aquí, como si estuvieras cerca de mi.
Han pasado semanas en las que se me ha hecho imposible poder tomar alguna decisión sin involucrarte indirectamente, porque siento que toda causa - efecto repercutirá en nosotros, como si hubieramos firmado un pacto irrevocable.
Sí, es verdad, te doy más cabida que a cualquier otra persona, pero eres el alma que habita en este ser oscuro, cuando evidentemente no hay energía solar.
El mundo gira en espiral, me pierdo en mi existencia e intento no pensar, pero al final del camino, siempre estás tú y me llevas de la mano a andar por rumbos desconocidos, en el lugar que habitas, en el lugar que sueles merodear con ánimos de brillar.
Porque eres luz en la oscuridad, porque eres quien me mantiene a flote cuando pierdo las esperanzas, porque eres a quien decidí amar.
Ojalá la vida me permita darte todo el amor que tengo guardado aquí.
Ojalá la vida sea justa conmigo y no me deje con las ganas de ti.