viernes, 24 de enero de 2020

madrugada.

No puedo pedirle nada a la vida, más que salud y años luz para disfrutar lo que tengo hasta hoy.
Quizás no tenga todo lo que merezca aún, pero lo conseguiré, así sea necesario pasar por más dolor.

No he reprimido mis sentimientos como antes, y me he vuelto vulnerable ante personas que no confiaban en mi. Demostrar amor es mi profesión, pero todos somos aprendices, sobretodo humanos, lo que nos da derecho a fallar y fracasar en el intento de querer llamar la atención. Sin embargo, somos responsables de nuestros actos, y así mismo, responsables también del rechazo que podamos provocar en los otros, inconscientes del daño que provocamos cuando estamos ciegos y lejos de la razón. 

Muchas personas hablan del amor como un sentimiento efímero, que con los años desaparece con la costumbre, pero yo no doy fe de eso. El amor se construye, el amor se alimenta y se cuida, el amor se protege: el amor se regenera y soy prueba de ello. 

Quiero y me quiero.
Quiero y quiero.
Quisiera también no escribir versos tristes esta noche, y quisiera también que nunca te falte amor, porque te lo mereces. 
Quisiera no haber cometido errores, pero sin ellos jamás habremos aprendido, jamás habremos valorado, jamás habremos querido. 
Puedo no estar orgullosa de todo lo que haya hecho, pero parte del proceso es aceptar errores y reinvindicarlos de alguna manera, aunque no te crean, aunque no apuesten por ti, da todo siempre, y lucha por lo que quieres, si realmente lo quieres. 




Quiero abrazarte para siempre, que nunca te falten mis besos, mis caricias, mi cariño. Hacerte sentir importante, darte el tiempo y espacio que mereces, respetarte será respetarme a mi también, porque el amor propio se comparte. 

Florecer en tus manos, acobijarme en tus enojos y crecer, crecer juntos de nuevo, idealizando el amor que tengo con la esperanza de que nada sea mejor que antes, si no más bien único, porque es la esperanza que nos merecemos después de la tormenta de inseguridades que manejamos a despecho. 

Aunque no me ames, yo (te) espero.