Cuando empiezas a sentir que eres insuficiente, el problema no es el resto, eres tú, que no se está dando el lugar ni el valor que mereces. Cuando pides perdón por todo, cuando reconoces que estás equivocada, aún sabiendo que no lo estás, sólo por darle la razón al otro, estás perdiendo aquello que algunos llaman amor propio. Cuando te culpas por todo, cuando lloras por todo, cuando sientes que eres una mierda para todo, es ahí cuando has vuelto a tocar fondo.
Ojalá pudiera escribirle un mensaje de texto todos los días a mi depresión para que no se presente en mis momentos de soledad. Advertirle que no es buen momento para "llamar la atención" y que existen otras maneras de llevar una conversación.
Ya no quiero joder a nadie, estoy tan cansada de fingir estar bien todo el tiempo.
Quizás soy tan cobarde como para no seguir viviendo, pero tampoco soy valiente por continuar sonriendo.
¿Podemos, por favor, dejar de ser tan egocéntricos?
Que nos amen como puedan y que nos cuiden cuando quieran, si al final nos vamos como vinimos, solos, ¿no?