Empezar un día como hoy
no es nada sencillo.
No es posible expresar lo que siento, no ahora,
mientras mi corazón no piensa y mi cabeza deja de latir.
En lo lejos de mi alma puedo percibir tu aroma,
esa esencia que irradiaba de alegria mi alma,
algo que no podré encontrar , no ahora,
y que mientras más la pienso, más la pierdo.
Escribir versos, eso es lo que intento,
y no quiero sorprender a nadie,
mucho menos engañarme, pero...
¿A qué llego con todo esto?
No quiero verte mañana,
sé que cuando nuestros caminos se cruzen,
tu no voltearas a verme,
no mientras lleve esto conmigo...
Pero aseguro que cuando pase a tu lado, después de un debido tiempo,
y yo sin mirarte, tu me seguirás con la mirada.
Cuando consiga lo que quiera,
tú serás invisible para mi.
No se trata de orgullo,
es simplemente pagarte con la misma moneda.
Ahora que te veo a los ojos
ya no siento esas consquillitas que sentía cuando todo era lindo para mi.
De alguna forma has cambiado,
no sé si para bien, o para mal.
La conclusión es que no pienso en nada,
más que en mi.
Le debo tanto a la vida que, cuando consiga lo que quiera,
olvidaré como pagárselo.
Con el tiempo he aprendido a ser fuerte y, a pesar que conoces mi talon de aquiles,
no he sedido ante esta situación.
Me prometiste tanto que ahora es tiempo de ponerme las pilas
y empezar a pensar solo en mi,
sin importarme el RESTO.
Te recordaré como unos de los dulces que ya no debo comer.
Serás como el arroz que no halló lugar en mi plato.
Dejaras de ser ese brocoli tan importante, desde ahora, para mi.
Serás como esas capsulas que solo me ayudan a digerir mis pensamientos
y en el recuerdo te tendré.
Es raro pero ya extrañaba esto.
No me siento sola,
y a lo mejor me siento de buena salud como para vivirme la vida como venga,
sin ti y conmigo siempre.
Sin pensar en ti, esa fue mi meta y lo conseguí...
Ahora me quedan algunas otras por cumplir
y si logré esta, la más difícil,
estoy más que segura que conseguiré todo lo que ya me propuse
y estoy a punto de seguir.
Se acabó. Soy libre al fin.