sábado, 11 de junio de 2011

Hoy no es Sábado.

Hoy revivió el recuerdo de ciertas caricias prohibidas, de aquellos deseos incontrolables, esas ganas de olvidarse del mundo y pensar que eres... nada.

Una buena combinación de pastillas se supone serían mi pasaje y estadía en un mundo desconocido, del cual no escaparía.

Dormí lo suficiente, casi infinitamente como para no recordar. Pero fallé. Mi cuerpo resistió más de lo que esperaba.

Me invitaron un humo mágico del cual no quería probar, fue ahí donde reaccioné y me di cuenta de la locura irracional de la que ya era parte, un juego donde escapar era sencillo solo si ponía de mi parte: reponerme...

Volví a caer, después de mucho tiempo, y fue la experiencia más detestable de la vida. LA VIDA, la vida. Esa basura que intenta poner mi cuerpo de cabeza, ya no soy una niña. PERDÍ MI INOCENCIA HACE MUCHO TIEMPO YA.

NO TENGO MUCHO POR HACER.
Prefiero dormir un rato más, quizás ya con esta, no despierte ja-más.