Hoy revivió el recuerdo de ciertas
caricias prohibidas, de aquellos deseos incontrolables, esas ganas de olvidarse
del mundo y pensar que eres... nada.
Una buena combinación de pastillas se supone
serían mi pasaje y estadía en un mundo desconocido, del cual no escaparía.
Dormí lo suficiente,
casi infinitamente como para no recordar. Pero fallé. Mi cuerpo
resistió más de lo que esperaba.
Me invitaron un humo mágico del cual no
quería probar, fue ahí donde reaccioné y me di cuenta de la locura irracional
de la que ya era parte, un juego donde escapar era sencillo solo si ponía de mi
parte: reponerme...
Volví a caer, después de mucho tiempo, y fue
la experiencia más detestable de la vida. LA VIDA, la vida. Esa basura que
intenta poner mi cuerpo de cabeza, ya no soy una niña. PERDÍ MI INOCENCIA HACE
MUCHO TIEMPO YA.
NO TENGO MUCHO POR HACER.
Prefiero dormir un rato más, quizás ya con
esta, no despierte ja-más.