domingo, 4 de septiembre de 2016

Alucinaciones.

Acabo de tener la alucinación más real de la vida.

Me encuentro estudiando, con un lapicero que arroja tinta roja al momento de escribir. 
Llegas sin tocar la puerta y pasas sin hacer mucho ruido. Yo continúo en lo mío, mientras te quitas el abrigo, preguntas: “¿Qué haces?” y te acercas a darme un beso, buscándome los labios. Yo sonrío y respondo que me encuentro estudiando. Me quitas el cuaderno que tengo entre manos y lees lo que escribí minutos antes de que te presentaras. Sonríes y me dices que tengo una letra muy bonita. Yo, sentada en la cama, con las piernas entrelazadas, solo atino a levantar la cabeza para mirarte y sonreír, ruborizada, por cierto. Te me acercas una vez más y me das un beso, un beso chiquito en los labios y me dejas, me dejas con ganas de más. Me entregas el cuaderno y te sientas a mi lado... Abro la laptop, y empiezo a escribir. Escribo esto con lágrimas en los ojos porque sé que no es real, porque sé que no estás a mi lado, porque sé que no me ves ni me puedes escuchar, pero yo te siento, a pesar de no estar.


Sé que existes, pero no estás.