sábado, 31 de octubre de 2020

No es difícil entender el mensaje, él no quiere estar contigo.

No te esfuerces en cambiar lo que siente.

Tiene otras prioridades.

Cansado, aburrido de lo mismo.

Tú eres el problema, están en diferentes sintonías.

Así es la vida, a veces uno es huevón, y somos así en las relaciones.

Al menos ella se dio cuenta que no necesita mendigar amor.

Ella es una buena mujer.

Cuando suceda lo que esperas, ya no estarán.

Eres conformista, mediocre.

Unos días lloras, y después pasa, todo pasa.


Para conquistarme fue su mejor versión, y ahora que me tiene le da igual, le da igual porque lo que yo siento no le afecta. Y sí, tenía que escribirlo para entenderlo.

El amor nunca es suficiente.



¿Estás donde tienes que estar, con quienes debes estar?

Estoy en casa, estoy sola.


domingo, 23 de agosto de 2020

sos lo más lindo del universo

Cuando empiezas a sentir que eres insuficiente, el problema no es el resto, eres tú, que no se está dando el lugar ni el valor que mereces. Cuando pides perdón por todo, cuando reconoces que estás equivocada, aún sabiendo que no lo estás, sólo por darle la razón al otro, estás perdiendo aquello que algunos llaman amor propio. Cuando te culpas por todo, cuando lloras por todo, cuando sientes que eres una mierda para todo, es ahí cuando has vuelto a tocar fondo.

Ojalá pudiera escribirle un mensaje de texto todos los días a mi depresión para que no se presente en mis momentos de soledad. Advertirle que no es buen momento para "llamar la atención" y que existen otras maneras de llevar una conversación.

Ya no quiero joder a nadie, estoy tan cansada de fingir estar bien todo el tiempo.

Quizás soy tan cobarde como para  no seguir viviendo, pero tampoco soy valiente por continuar sonriendo.

¿Podemos, por favor, dejar de ser tan egocéntricos?

Que nos amen como puedan y que nos cuiden cuando quieran, si al final nos vamos como vinimos, solos, ¿no?


viernes, 17 de julio de 2020

corazón roto.

Ama tanto hasta que ya no puedas más.
Da todo el amor que mereces. 
De alguna u otra forma, volverá. 

domingo, 31 de mayo de 2020

El día que decidí ocultar tus fotos de mis redes sociales.

"Quizás no estoy listo para una relación, o tengo el concepto de relación diferente al tuyo."

"Porque soy así y no voy a cambiar"

"No, no oculté nuestra foto del feed. La borré."




jueves, 30 de abril de 2020

fuckme

No necesitas despertar de un mal sueño para darte cuenta que estás en el lugar equivocado, haciendo lo incorrecto, con la persona que creíste o ideaste perfecta. No necesitas estar donde estás y sentirte como ahora para darte cuenta que no te hace nada bien esta situación, y que la única manera de huir es cerrando una maldita aplicación.

Hay días en los que quieres desparecer, necesitas no existir, pero otros como hoy, en los que solo deseas seguir "viviendo" pero al lado y exclusivamente con aquella persona que pone tu cuerpo al fuego y te expone, sin miedo y sin asco.

De toda la mierda en la que me he visto envuelta, solo me atribuyo el nombre, sólo el nombre porque el apellido fue coincidencia. Decidiste compartirme con el mundo, y yo autoricé que fuera así porque eso te excita, te llena el ego y te hace tan feliz como yo nunca lo logré. Me encantaba ser tu puta, pero solo tuya, y ahora que soy de todos y me siento sucia, y me da asco ver todo lo que hemos logrado.

miércoles, 8 de abril de 2020

Cuarentena

Se sacan la mierda el lunes y el martes, pero el miércoles es como si no hubiera pasado nada. Claramente, esa no es la idea del amor que tengo en mente, menos en el corazón. Que el jueves vuelven a pelear y el viernes ni se miran. El sábado quizás se vuelven amistar, el domingo paz y amor para llegar al lunes y volver a empezar...

Que todos estamos locos, que todos estamos equivocados, que somos culpables y nos victimizamos al mismo tiempo. Yo no sé nada, papá. Nunca sé nada, porque tengo 26 años y a mi edad "he vivido mucho menos de lo que ustedes han vivido a mi edad", pero estoy cansada del "tire y jale", de las hipocresías y del mal-trato. Que no es mi tema, que no me debo meter, que si se escupen, se tiran cosas, se agarran a golpes, NO ES MI ASUNTO, como dices, y está bien. Entonces dejen alejarme, déjenme los dos "ser superior" a ustedes, "hacer lo que quiera con la edad que tengo" porque he decidido que es lo más sano para mi. Si jamás me sentí amada o querida, como hubiera querido que sea, dudo mucho que ahora logren "conquistarme" a mis 26 años.

No es la vida que quiero, que he querido, mucho menos si quiera haber soñado, que rompí mi burbuja hace años, desde que tengo 8 años, poco menos, da igual. Que toda la vida he tenido que inventar historias para sentirme bien conmigo misma, para intentar aceptarme y que el resto lo haga también. Ahora tengo claro que toda esta falta de seguridad es gracias a la pésima relación que tenemos como familia, y ya es tiempo. Acá todos somos víctimas, acá todos somos culpables, acá todos estamos locos, y estamos hartos.

Ya perdí la cuenta de cuántas horas, días, semanas llevamos encerrados, probablemente sean años y recién nos damos cuenta. Estamos cansados, desgastados, heridos, derrumbados. Dejemos de fingir por favor, dejemos de intentar arreglar una relación que se pudrió incluso desde antes que ese chico que era mi hermano y yo nacieramos. Acá no hay héroes, y todos somos víctimas, pero ya fue suficiente, ¿no creen?

El respiro que necesitamos no se va a dar "limpiando la casa", "botando basura", "ordenando el desorden", el respiro que necesitamos es aceptando que NO SOMOS NOSOTROS EN NINGÚN MOMENTO, y que si bien necesitamos un espacio, independiente de uno del otro, necesitamos paz y tranquilidad en el alma, y eso, evidentemente, no lo vamos a encontrar juntos.

Estoy muerta para ese chico de 23, y ya lo acepté. Ya no lloro, ya no siento tristeza, ya lloré mi muerte y acepté que las cosas no van a cambiar.
Ya entendi también que mi madre será tu incondicional, la que te perdona todo y no sé porqué... Quizás cuando llegue a la edad de ustedes pueda quizás "entender". Pero ahora, ustedes son reflejo de lo que no quiero ni necesito para mi vida.
Y si, sigue repitiendo una y otra vez hasta quedarte ciego, que eres el peor papá del mundo, y es que no tengo otro, y no puedo hacer nada al respecto, porque durante estos años he tratado de manejar mi vida para no perjudicarte/perjudicarlos en nada. ¿No se si me entiendes? Quizás no, no ahora, pero no hay más bocas que dar de comer, ni sorpresas después de un fin de semana de diversión...

No sé si cuando termine toda esta cuarentena, durante o después, vuelva acercarme a ti, a tener la confianza de contarte los planes que tengo, las cosas que anhelo, las cosas que deseo, quiero, he conseguido o iré a conseguir. Sé también que jamás leerás esto, y el propósito es que jamás lo leas, porque no quiero, porque no te quiero.
Es mi catarsis, mi momento, mi espacio y mi tiempo.

Gracias por lo que diste por mi, mucho o poco fue suficiente. Por las veces que fuiste padre o intentaste hacerlo a tu manera, no tengo nada que reclamarte, hiciste bien. Y gracias, gracias por ser ejemplo en algunas cosas y en otras no.

Me alejo, y estoy bien.
Me alejo, y estarás bien.
Me alejo, y todos estarán bien.

Estoy bien, espero que también lo estén. 

sábado, 28 de marzo de 2020

miedo.


Suficiente daño nos hemos hecho ya para entender que no cabe más.
Sé que intentas perdonarme, pero no permito darte chance para que vuelvas a creer en mi.

Tengo una estaca clavada en el pecho, es inevitable dejar de sentirme culpable por todo. Pero me lo merezco, por tener miedo a no ser real, por ocultarte tantas veces la verdad sólo por tener miedo a perderte… Y es que el miedo se ha vuelto la excusa para alejarte una vez más.

Mantener una relación auténtica resulta ser el trabajo mejor remunerado en estas fechas, solo se necesita tiempo, amor y sinceridad. Vivir con miedo a perderlo todo solo ocasiona que nos desviemos de la ruta, que ocasionemos problemas en donde sólo deberíamos encontrar la manera de acercarnos cada vez más. 

Me culpo y me hago responsable de esta sensación insípida que no nos deja avanzar y, más bien, nos hace retroceder para recalcar todos los errores cometidos; me culpo por no evitarte el fastidio y el mal rato, por hacerte creer e intentar convencerte que todo lo que digo es una historia más a mi favor. Me culpo porque no eres feliz conmigo, por hacerte vivir en la duda, por no darte la tranquilidad y seguridad que necesitas para poder seguir adelante. Me culpo por ser una insegura de mierda, por tener miedo a decir o hacer algo que nos perjudique: y hablo en plural, obviamente refiriéndonos a nosotros, porque esto no es personal, sino una alianza que tratamos de reconstruir después de dos fracasos; me culpo por ser alguien que no se cree capaz de nada, y que cada que lo intenta solo tiene miedo. El estúpido miedo que me trae otra vez a perderme lejos de ti.

Quisiera ahorrarte todo el drama, quitarle la intensidad a mis emociones, correr hacia ti y abrazarte después de tantos días. Esta espera se ha vestido de días interminables y madrugadas de desvelo, sin embargo, y a pesar de todo, siempre te encuentro.

De todo el tiempo que nos hizo falta, y de todo el tiempo que nos sobró luego de una discusión, por favor, amor, que no te quepa duda alguna de que te amo con el alma,
incluso aunque dudes también de eso.

jueves, 19 de marzo de 2020

De cómo volví.

Probablemente ni haya vuelto, es solo un paseo por aquí.
Necesitaba una casa, un lugar en dónde abrigarme antes de dormir, en donde volcar mis sueños, mis deseos y mis miedos. Me encuentro de nuevo aquí: frente al espejo, observando lo poco que resta de mi.
Hacía un tiempo pensaba en lo feliz que fui a tu lado, de los años que nos ha tocado compartir, del tiempo que preferimos nuestro y solo nuestro, porque no hay recuerdos más que fotos y videos en habitaciones amarillas, de diminutos espejos, de sábanas blancas con flores de colores y frazadas carmesí. Pedazos de pizza, vasos descartables con gotas de vino o algún champagne tibio; jacuzzi sin espuma, restos de marihuana por el dintel de la ventana y prendas en el suelo, como batalla sin duelo, como triunfo sin dueño. Yacía mi cuerpo sobre tu cuerpo, mi pierna derecha siempre sobre ti, mi cabeza en tu pecho, los besos en la frente que me dabas dormido, o los “Te amo” que a la mañana siguiente eran olvido.
Si pudiera resumir este viaje, no me quedaría más que agradecer, por la buena vida y poca vergüenza, por las noches de mentira, en las que escapábamos de casa con la excusa de alguna reunión de amigos, para vernos, para tenernos, para disfrutarnos y pasar el momento. Menos de 8 horas nunca fueron suficientes para amarnos un fin de semana. Y qué decir cuando perdíamos el tiempo discutiendo por videollamada. 
No sé porqué siempre vuelvo a los buenos momentos que me amarran a ti.
Y aún sigo sin saber porqué sigo aquí.

viernes, 24 de enero de 2020

madrugada.

No puedo pedirle nada a la vida, más que salud y años luz para disfrutar lo que tengo hasta hoy.
Quizás no tenga todo lo que merezca aún, pero lo conseguiré, así sea necesario pasar por más dolor.

No he reprimido mis sentimientos como antes, y me he vuelto vulnerable ante personas que no confiaban en mi. Demostrar amor es mi profesión, pero todos somos aprendices, sobretodo humanos, lo que nos da derecho a fallar y fracasar en el intento de querer llamar la atención. Sin embargo, somos responsables de nuestros actos, y así mismo, responsables también del rechazo que podamos provocar en los otros, inconscientes del daño que provocamos cuando estamos ciegos y lejos de la razón. 

Muchas personas hablan del amor como un sentimiento efímero, que con los años desaparece con la costumbre, pero yo no doy fe de eso. El amor se construye, el amor se alimenta y se cuida, el amor se protege: el amor se regenera y soy prueba de ello. 

Quiero y me quiero.
Quiero y quiero.
Quisiera también no escribir versos tristes esta noche, y quisiera también que nunca te falte amor, porque te lo mereces. 
Quisiera no haber cometido errores, pero sin ellos jamás habremos aprendido, jamás habremos valorado, jamás habremos querido. 
Puedo no estar orgullosa de todo lo que haya hecho, pero parte del proceso es aceptar errores y reinvindicarlos de alguna manera, aunque no te crean, aunque no apuesten por ti, da todo siempre, y lucha por lo que quieres, si realmente lo quieres. 




Quiero abrazarte para siempre, que nunca te falten mis besos, mis caricias, mi cariño. Hacerte sentir importante, darte el tiempo y espacio que mereces, respetarte será respetarme a mi también, porque el amor propio se comparte. 

Florecer en tus manos, acobijarme en tus enojos y crecer, crecer juntos de nuevo, idealizando el amor que tengo con la esperanza de que nada sea mejor que antes, si no más bien único, porque es la esperanza que nos merecemos después de la tormenta de inseguridades que manejamos a despecho. 

Aunque no me ames, yo (te) espero.