martes, 4 de octubre de 2022

ausente-

Ojalá pudiera devolverme todo lo que te di y no me devolviste,
todas las noches de desvelo, de llanto;
todo el miedo y la angustia acumulados,
ese grito de dolor que no termina de salir de mi pecho
y el perdón que te di,
cuando ni siquiera a mi misma me había disculpado.

Días como hoy, me duele seguir aquí,
(re)preguntándome si merezco esto;
después de todo siempre soy yo la que elige quedarse,
menos por amor, y si queda algo de respeto.

Duele no estar aquí, 
duele extrañarte y pensar que todo o nada es suficiente.
Duele la herida que jamás sano,
la que intento maquillar en mi soledad, en la habitación.

Quisiera que jamás vivas lo que yo,
que jamás sientas lo que yo,
que se te de todo lo que quieres y deseas,
que nada te falte,
que nada te hiera,
que vivas en paz y no en constante guerra.

Que te amen tan fuerte
como para darte tu lugar
y luchar por ti,
que no minimicen nunca lo que sientes,
que no te mientan, que no te oculten;
que te den todo lo que no me han dado a mi.