domingo, 29 de agosto de 2010

No se piensa mucho.

- ¿No estás preparada?
- ¡YA TE DIJE QUE NO!, ya déjame, por favor. Mis papás no tardan en venir.
- Pero me dijiste que hoy sería el día.
- No estoy lista, ya, por favor, vete.
Cogió su casaca y cerró la puerta con odio.
Sé que me odiaba.
¿Qué culpa tengo yo?
Simplemente no estoy lista.

Me paso las noches pensando en lo mismo.
¿Por qué no me siento lista?
Mi celular vibró, lo cogí y era él:
"Te esperaré el tiempo que sea necesario. Te amo."
Sonreí.
Me recosté en mi cama y quedé dormida.

Mi piel desnuda ante él,
mi corazón latía desesperadamente,
respiraba con dificultad.
En lo profundo de la oscuridad
nuestros cuerpos se juntaron,
nos amamos cada segundo.
Sus labios era como rosas
que delicadamente acariciaban mi cuerpo...
Sus manos, nerviosas,
no dejaban que me escape de aquella danza...
Su mirada me hipnotizaba,
me mantenía alerta a cada movimiento.
Quién diría que en aquel momento
pensaríamos las cosas,
ni siquiera sabíamos como había empezado este encuentro.
Sigilosos,
teníamos en mente que esto no acabase,
No podíamos hacer nada normal.
Nos resistíamos a cada paso
de aquel baile infernal.
Nuestros cuerpos sudaban,
nuestras almas hablaban,
nuestras miradas
invocaban a la acción más placentera.
Mis ojos cerrados,
la boca abierta,
tus manos sobre mi,
y tu mente en cualquier lugar menos aquí.
El juego terminaba,
yo ya estaba exhausta,
decidí terminar
mientras tu me pedías más.
Me recosté a tu lado, y aun agitada
decidí ignorarte,
mientras tu me amabas,
me pedías un beso,
una caricia,
yo ya no quería nada.
Te apoderaste de la escena de nuevo,
reíste de placer
y me pediste que lo pensara.
No respondí,
me quedé quieta,
mirando la ventana.
Estaba oscuro afuera,
con una leve lluvia
mi corazón volvió a reaccionar.
Te besé como jamás lo había hecho.
Mi mente aquí mientras no hallaba mi cuerpo.
Ese era el momento,
no lo echaríamos a perder...
Yo sobre ti.
Lento,
despacio,
en un vaivén imparable.
Los dos, uno solo.

Recibí un beso en la frente, era mi madre.
¡Maldita sea!

Cogí mi celular y le mandé un mensaje...
"Ven mañana, ya estoy lista."

Aquí vamos de nuevo...