- Si lo sé. Dependo de su voluntad, de su tiempo y su sueño.Él manda aquí, yo obedezco. Todo mal. Todo de cabeza.
Estoy enamorada de su ausencia.
- En cierto modo, eres la novia perfecta, soñada por todo hombre. Quién no quiere una flaca que este así de enamorada, que diga esas cosas y que las haga, es un sueño.
Me encuentro releyendo el texto y no me encuentro. En realidad no creo ser tan buena como dice el resto. Me gusta querer y que me quieran en exceso. Pero jamás es reciproco.
Siento un poder absoluto, dudo que alguien pueda llegar a amar con tanta intensidad, tal como lo hago yo, y sí, debería aprender a dejar de esperar.
Entrego mucho desde el primer momento y debería aceptar que es un error. Creemos merecer más de lo que tenemos pero si no entregamos qué, da igual.
El amor es complejo, y no pretendo definirlo sin antes averiguar que es lo que me lleva a sentirlo. Es profundo si se le quiere dar forma, es agridulce si se le da sabor, es invisible cuando uno es ciego y ciegos somos todos, ya no hay que pedir perdón.
Los domingos son tristes, quieras o no. Estés o no estés el vacío no se llena con migajas de amor.
Lamento decirte que no soy de las que amarran, soy de las vuelan y dejan volar y no importa si no regresan, soy yo la que vuelve siempre, pidiendo perdón. No hay valor a reclamos, mas si, con justa razón, espero tu regazo, pues todo te lo he dado y no sé si lo habrás notado...
Lamento decirte que no soy de las que amarran, soy de las vuelan y dejan volar y no importa si no regresan, soy yo la que vuelve siempre, pidiendo perdón. No hay valor a reclamos, mas si, con justa razón, espero tu regazo, pues todo te lo he dado y no sé si lo habrás notado...
Y bueno, que importa si no, el resto lo ve y lo valora. Me vale nada estar contigo sin ti, pues vivo extrañándote desde aquí. Que ya me acostumbre a tu ausencia los sábados por la tarde y los domingos antes de dormir. Que a partir del lunes los días son rutina y verte un día así es coincidencia para los dos. Que los martes se hicieron para dormir lejos de ti y sin ti; que los miércoles te escribo esperando que llegue el jueves, para poder saber de ti un viernes y si tengo suerte, un sábado te abrazo, te beso y te entrego todo de mi, para que me abandones por tus responsabilidades, mientras yo huya siempre de las mías, esperando siempre lo mejor de ti. De mi qué, si contigo corte mis alas para regalártelas a ti. Que te las pegué sin costura, para que no se te haga tan difícil el próximo vuelo a partir.
Que mis días son los mejores y peores desde siempre y, en realidad no sé si estás aquí. Que no me conoces lo suficiente ni yo a ti pero sé que los amantes se entienden así: sin muchos gestos, ni palabreo. Que lo nuestro no sé si será eterno, pero mientras tanto bailemos, bailemos descalzos, y si es posible, sin los pies; quitémonos la ropa y disfrutemos, disfrutemos de cada momento que no pasamos juntos, o que nos acompañamos a la distancia con el pensamiento.