Pasamos por ese momento en el que estamos conociendo a alguien y nos regala toda la atención posible porque le intriga saber qué hay más allá.
No hay nada como el principio, ni las risas que te saca aún sin saberlo; vivimos alimentándonos de eso.
¿En qué momento dejamos de ser la persona a la que le quieren escribir en el medio de la rutina a modo camuflado para decirnos: "no importa cómo, pienso en ti"? ¿Cuánto es el tiempo dictaminado en el que se puede vivir en ese momento? ¿Esta mal quedarse ahí, medio estático? ¿Cuál es el límite del encantamiento primero con alguien?
Viven ahí y se van.
Pero yo siempre me quedo.
Y siempre quiero que te quedes conmigo más.