Ella sólo pide que la quieran.
Ella sólo quiere un poco de amor.
Ella está confundida, y lo único que tiene claro es que no quiere sentir más dolor.
Ella sólo quiere un poco de amor.
Ella está confundida, y lo único que tiene claro es que no quiere sentir más dolor.
No recuerda con exactitud cuando fue la primera vez que dejó que la tocaran bajo la falda,
no recuerda la primera vez que dejó que de ella abusaran.
Niña ingenua y confiada.
Ella era la visita de los fines de semana, él la sentaba en sus piernas y sobre estas se balanceaba. Él lo disfrutaba, ella sólo cabalgaba, dentro de su inocencia no diferenciaba lo correcto de lo insano: le acariciaba las piernas y a ella le gustaba.
No recuerda el momento en que su madre, algo alterada, la levantó en brazos cuando con una niña mayor jugaba a tocarla, no recuerda si quiera la vez en la que un niño de la misma edad la arrinconó para besarla y manosearla. Tampoco tiene recuerdos de las veces que fue agredida en el colegio durante horas de clase, de la vez que un amigo le rompió los lentes en la cara al golpearla con un folder solo porque, según él, no era agraciada.
No, no quiere recordar las veces que escuchaba comentarios de sus compañeros en el recreo, diciendo que tal o cuál era la más bonita, lista donde ella nunca figuraba. Olvidó el momento en el que Johanna le pegó un chicle en el cabello y le dijo que el cabello largo era un estorbo, que debía cortárselo porque así se le vería bonita.
Intenta no recordar la primera vez que, después del almuerzo, se metió dos dedos en la garganta para vomitar un plato de ensalada. Por suerte, en su cuerpo ya no quedan marcas de las heridas que tenía a la altura de la cintura por amarrarse una correa ajustada.
No existe memoria alguna de la vez que, a la fuerza, le hicieron "el amor", mucho menos de aquellas caminatas largas rumbo a casa, luego de ser "consentidamente" abusada por un joven del cual ella creía haber estado perdidamente enamorada.
¿Qué va a recordar todo el daño que ella sola se hizo por querer sentir amor?
Le cuesta caminar derecha, le es difícil caminar con la mirada en alto.
Hoy miró su cuerpo desnudo frente al espejo, y se preguntó qué había hecho todo este tiempo.
Hoy miró su cuerpo desnudo frente al espejo, y se preguntó qué había hecho todo este tiempo.
Ingresa a la ducha y deja caer sobre ella agua helada.
Llora, llora desconsolada.
Siente un hueco en la boca del estómago, grita de dolor y se pregunta por qué, por qué;
junta su frente contra la pared y golpea el revestimiento de cerámica,
gira sobre sí, deja que su cuerpo se resbale con el agua, y sentada se abraza las rodillas,
pone sus labios sobre ellas y se besa, se besa mucho como si se quisiera.
Trae un moretón en la rodilla derecha y, por suerte, no recuerda qué fue lo que sucedió para que lo tuviera.