domingo, 6 de noviembre de 2016

Memorial Dominical


24 julio 2016

Sería bonito poder compartir contigo, poder tomarte de la mano y caminar juntos... Es algo que me gustaría poder vivir. Me gustaría prometerte eso pero, lamentablemente, no puedo.
¿Sabes lo que siempre sueño? Estar caminando de la mano, que te adelantes y luego voltees sonriendo.


Me ha pasado que siempre soy yo quién va más allá, que sobrepiensa las cosas y hasta llego a imaginar situaciones fuera de la realidad. En muchas oportunidades me he quedado colgada pensándote e imaginándote, y siento que puedo traerte con la mente. Pensé que solo me pasaba a mi y no a ti, pero después de esto ya no sé qué pensar. Y sí, es la situación más extraña pero bella que me ha tocado en la vida. Ahora que estaba en la playa, me perdí en la infinidad del mar: la calma, la brisa, el escaso ruido del vacío inmenso que ocupa el lugar, cerraba mis ojos y juro que podía sentirte, se me erizaba la piel de pensar que algún día pueda percibir tu aroma, verte a los ojos, rozar nuestras manos y reírme frente a ti, ponerme evidentemente nerviosa y no saber qué hacer... 
Qué circunstancia para más bonita, qué bonito haber coincidido así. 
Si pasó, seguirá pasando o pasará no sé, pero este presente, a pesar de la distancia, no lo cambio por nada.