viernes, 25 de febrero de 2022
sábado, 19 de febrero de 2022
19 febrero
8.49 am
En 10 minutos empiezo mi primera sesión de terapia. Tengo sentimientos encontrados, es algo que quería hace años y, si bien hace 7 años tuve mi primer acercamiento a algo parecido a esto, creo que hoy nada es igual al pasado y determina definitivamente uno de los momentos más exitosos y orgullosos de mi vida.
He tenido una mala noche, intenté dormir temprano, pero cada 2 horas despertaba buscándote. En estos cortos ciclos de sueño, has estado presente, tú y tus amigos, como si fuera un dejavú, como si viviera algo que aún no ha pasado, como si fuera todo real hasta el punto de ver tus ojos brillar, y sentir como tomas mi mano...
El cambio lo empecé hace una semana, me obligué a hacer cosas que tenía que haber hecho hace mucho tiempo, pero de eso se trata, de no estancarme y seguir trabajando para mi y los míos, para lo que quiero en mi vida, hasta que esta misma decida.
Tengo nuestras fotos en el escritorio y quiero invocar siempre ese momento, en donde me tienes y donde te tengo. Antes ya se me habían cumplido un par de deseos, y soy fiel creyente de la magia del universo.
Quisiera escribirte los buenos días, preguntarte como dormiste y si fue suficiente lo que descansaste. Quisiera escribir que te amo, que te extraño y que ya cuento las horas para verte.
¿Te acuerdas del librito de sueños que tenía contigo? ¿Aquel en donde te escribía poemas y te regalaba recuerdos? Ahora tengo uno solo para mi, en donde también escribo de ti, de nosotros, porque sigues siendo parte de mis días, de mi vida. Y mi deseo es que algún día, mientras acaricio tu cabello en la cama, poder leértelo, como si fuera un cuento, hasta que te quedes dormido; abrigarte los pies, acomodarte las almohadas y esperar a que me invites a recostarme en tu pecho, como siempre había sido. Mis 5 minutos infinitos.
Te amo hoy también.
jueves, 17 de febrero de 2022
16:16
A veces me pregunto si tienes tiempos muertos, esos en donde te quedas pensando en nada, donde ya cumpliste todas tus responsabilidades, en donde ya atendiste todas tus prioridades, ese momento en el que te quedas en el vacío, pensando o quizás no pensado o tal vez deseando mantenerte ocupado porque no estás cansado, y si es ahí donde me recuerdas, en donde quisieras salir a buscarme, venir a verme, pero te retienes, porque eres fuerte.
A veces tengo tiempo muertos, esos que se dan antes de ir a dormir, en donde quiero tener la mente en blanco, pero me llegan tus recuerdos, con ellos las risas y la sensación de que te tengo todavía, de querer escribirte y preguntar cómo te fue en el día y si me extrañaste, si todavía piensas en mi, en nosotros.
Son las 4 de la tarde y tengo un tiempo muerto, terminé mis pendientes del trabajo y me queda 1 hora para ocuparme en algo, pero me encuentro escribiendo sobre ti, en lo lindo que te veo en fotos, en lo hermoso que me haces sentir cuando te veo en videos, me imagino tu sonrisa en este momento, pidiéndome que deje de mirarte cuando es lo único que quisiera hacer durante el resto del día.
Pongo música para no pensarte, pero las letras me hablan de ti, de nosotros, de lo que fuimos y hoy no somos, pero podemos ser, a la distancia. Si cierro los ojos, tu aroma aparece, y si respiro despacio, puedo sentir tus manos en mi piel. Quisiera dejar de invocar mis recuerdos a tu lado, pero me permito sentirte en este espacio muerto, imaginando el día en que te vuelva a ver, en intentar ser menos torpe, de no tropezarme para que te rías de mi, y siga tan enamorada de ti como lo estoy ahora.
He aprendido a valorar tu ausencia, y es que nunca te sentí así. Llegaste a mi vida a enseñarme a amar, y juro que no sabré como agradecerte. Quizás sigo esperando una señal del destino para tener oportunidad de decirte cuánto he mejorado, y probablemente te sientas orgulloso de mi. Pero va, son 2 semanas sin ti, imagínate lo que podría lograr en otras 2, 3, 5, mil.
Todos los días le hablo a la almohada, a los espejos, a las paredes sobre ti, lloro un poco y vuelvo a sonreír. Te extraño mucho, y no voy a decir que me haces falta, porque era antes yo la que se hacía falta.
Estamos creciendo, y eso es lo más importante.
Seguiré escribiendo en mis tiempos muertos.
Te amo.