8.49 am
En 10 minutos empiezo mi primera sesión de terapia. Tengo sentimientos encontrados, es algo que quería hace años y, si bien hace 7 años tuve mi primer acercamiento a algo parecido a esto, creo que hoy nada es igual al pasado y determina definitivamente uno de los momentos más exitosos y orgullosos de mi vida.
He tenido una mala noche, intenté dormir temprano, pero cada 2 horas despertaba buscándote. En estos cortos ciclos de sueño, has estado presente, tú y tus amigos, como si fuera un dejavú, como si viviera algo que aún no ha pasado, como si fuera todo real hasta el punto de ver tus ojos brillar, y sentir como tomas mi mano...
El cambio lo empecé hace una semana, me obligué a hacer cosas que tenía que haber hecho hace mucho tiempo, pero de eso se trata, de no estancarme y seguir trabajando para mi y los míos, para lo que quiero en mi vida, hasta que esta misma decida.
Tengo nuestras fotos en el escritorio y quiero invocar siempre ese momento, en donde me tienes y donde te tengo. Antes ya se me habían cumplido un par de deseos, y soy fiel creyente de la magia del universo.
Quisiera escribirte los buenos días, preguntarte como dormiste y si fue suficiente lo que descansaste. Quisiera escribir que te amo, que te extraño y que ya cuento las horas para verte.
¿Te acuerdas del librito de sueños que tenía contigo? ¿Aquel en donde te escribía poemas y te regalaba recuerdos? Ahora tengo uno solo para mi, en donde también escribo de ti, de nosotros, porque sigues siendo parte de mis días, de mi vida. Y mi deseo es que algún día, mientras acaricio tu cabello en la cama, poder leértelo, como si fuera un cuento, hasta que te quedes dormido; abrigarte los pies, acomodarte las almohadas y esperar a que me invites a recostarme en tu pecho, como siempre había sido. Mis 5 minutos infinitos.
Te amo hoy también.