miércoles, 13 de mayo de 2015

Y es que jamás encontrarás a alguien como ella.

No soy santa de tu devoción, sé que es a ella a quién le rezas antes de dormir. No niegues que no piensas en ella, que la buscas en mi, pero claro, no la encuentras, porque no soy ella, ella no está en mi.

Deja de buscarla en mi, te aviso que aquí no la vas a encontrar.
Ella se fue y si ha de regresar te avisará, pero deja de buscarla dónde no está.
Déjame mejor, date cuenta que no soy para ti, y huye lejos, apártate de mi, ya mi tema lo solucionaré con el viento. Deja de buscarla en mi ojos, en mis labios, en mis manos y en mi cuerpo, déjame a mi y ve por ella. Anda, ve y búscala, encuéntrala y abrázala, bésala y hazla tuya, total, en mi ya no encuentras nada.

He intentado ser lo que has querido, me he convertido en lo que me has pedido, y ni así. No funciona, ya me di cuenta que no eres para mi, que no soy para ti y qué, ¡vamos! terminemos con esta farsa de una vez.

Lo que alguna vez nos pareció amor, hoy es distancia. Distancia que nos separa, distancia que nos aleja. Anda, vuela, siempre has sido libre, tienes la reja abierta.