jueves, 28 de enero de 2016

16. Un adiós inevitable.

Es bonita y sí, yo también me hubiera enamorado de ella. Tiene todo lo que yo no tengo y eso la hace más bonita aún.
Me atrevería a decir que es más bonita que yo y se le nota en el alma; te trae loco, no lo niegues.

Es bonita, muy bonita. Es bonita.
Hay ternura en su mirada, y tiene unos labios preciosos. Ella está enamorada, ella está ilusionada. Ella cree en ti, ella te ama.
Es la novia más linda que he visto en mucho tiempo, y no puedo negar que se ve hermosa junto a ti.

Te mereces alguien así, tan bonita, tan linda y pura de alma, tan ella, tan tuya...
Estuve quizás equivocada hace algún tiempo, tratando de encontrarle peros y excusas al amor que pintabas, pero no, parece que me equivoqué y sí, esta chica es para ti.
Nunca he visto unos ojos color caramelo que brillen tanto al sonreir, ni unos labios delgados pero bellos, que de seguro encajan con los tuyos.

Qué bonito es verla sonreir junto a ti, qué bonitos los dos.

Repaso en mi mente la última llamada, cuando me preguntaste sobre mi opinión, o de lo que debería saber sobre ella, e insisto, hay cosas que aún no encajan, pero ella te enamoró, te enamoró a su manera, con su verbo y su sexo, con su mente menos transtornada y el futuro venidero junto a ti.

Tengo que dejarte ir, eres feliz. Y por fin vas encontrando el camino, así sea lejos de mi.
Te pedí que te quedaras, que te quedaras conmigo, pero fue tarde. Tarde porque sabía que ella reinaba en ti.
 
Tú no me rompiste el corazón, yo lo rompí delante de ti. Quería conocer en cuántas partes podías llegar a quererme, pero el tiempo no estuvo a nuestro favor.

Presenciare tu despedida, admirando como te marchas hacia tu destino, y si tu destino soy yo pues te estaré esperando…. y si no, amaré eternamente mi recuerdo, tú recuerdo, nuestros recuerdos.